A SU TIEMPO

En Jeremías 29:8-10, Dios le dice al pueblo: No te dejes llevar por los falsos profetas que no entienden el tiempo necesario para hacer lo que te prometí.  Continúa Dios diciendo que, cuando en Babilonia se cumplieran los 70 años, despertaría su palabra en sus vidas.  
Para que la palabra de Dios se cumpla en nuestras vidas, hace falta un periodo de tiempo.  Cuando se cumpla el tiempo, Dios te va a visitar.  No permitas que nadie te diga lo contrario.  Cuando se cumpla el tiempo necesario, el tiempo establecido por Dios, él hará lo que te prometió.
Causa mucha frustración cuando se está en una encrucijada entre lo que queremos y lo que quiere Dios; entre el hecho de que entendemos que se supone que estemos en Jerusalén, pero estamos en Babilonia. Cuando esto pasa, es porque no entendemos el tiempo que estamos viviendo.  
La biblia nos invita a discernir varias cosas; entre ellas: Los tiempos.  Estar desubicados en cuanto al tiempo es un gran problema.  Es importante que conozcas los tiempos que Dios quiere que se cumplan, y que no escuches a los que tratan de acelerar los tiempos de Dios en tu vida. 
También es importante no confundir la palabra profética, con una palabra de conocimiento, de estímulo y buen deseo.  Que cada paso que des, sea ordenado por Dios, porque dice en su palabra que por Jehová son ordenados los pasos del justo y él aprueba su camino.
En medio de la cautividad, es necesario que tengas la capacidad de discernir los tiempos que estás viviendo, los tiempos de Dios, para que, cuando Dios te visite, hayas completado y cumplido lo que él te dijo. 
La biblia dice, en Salmo 1: Bienaventurado el varón que teme a Jehová… será como árbol plantado junto a corrientes de agua que da su fruto en su tiempo y su hoja no cae, y todo lo que hace prosperará.

CUANDO DIOS ES QUIEN TE AVALA...

En la antigua Inglaterra los Caballeros competían en las famosas "justas", que eran aquellas competencias en donde 2 Caballeros sostenían una lanza y corrían en sus caballos esperando derribar a su contrincante, para esto, cada uno de los caballeros llevaba un siervo que le anunciaba. 
Cuando el siervo le anunciaba, hacía alarde de todo tipo de hazañas de su amo, platicaba sus experiencias y anécdotas sin omitir detalle, esto con la intención de ganar el favor del público que observaba, pero sobre todo con la intención de intimidar al contrincante, haciéndole dudar de su capacidad, hablaba de todo tipo de conquistas y describía su carácter, muy probablemente estos anuncios estaban llenos de exageraciones y muy probablemente contenían una serie de mentiras, pero en esa época eso era difícil de comprobar, lo que si, es que la mitad del trabajo de una buena batalla era la presentación del Caballero que habría de pelear. Hay cosas que no cambian, normalmente pasamos mucho tiempo trabajando en nuestra imagen y en nuestra reputación, queremos que todos nos vean como alguien "bueno" y sobre todo tratamos de cubrir aquellas cosas o aquellas situaciones en las que no estamos firmes o no son del todo agradables, a veces sin darnos cuenta, tejemos alrededor de nosotros toda una telaraña de historias o hechos que son verdades a medias o que simplemente no son ciertas con tal de que los demás no vean nuestra realidad y no puedan ver a través de nosotros. Lo más interesante, es que aún cuando estamos mal solemos decidir qué es lo que queremos que vean de nosotros, es decir, solemos seleccionar la imagen que queremos vender y qué es lo que esperamos lograr al vender esta imagen, no sé exactamente como, pero nos vemos constantemente envueltos en un ejercicio de manipulación constante que nos impide en la mayoría de las ocasiones el vernos, incluso el ser honestos con nosotros mismos y salir adelante adecuadamente. 
Todo este ejercicio de estar luchando constantemente para proyectar una imagen es muy cansado, porque lamentablemente tarde o temprano, alguien va a ver nuestra realidad y no va a ser agradable. Afortunadamente Dios sabe esto y mejor aún, Dios tiene una serie de cualidades, de atributos y de habilidades para nosotros que funcionan solamente por medio y a través de Él, y que están disponibles en el momento que lo deseemos, pero igualmente de importante que estos atributos y habilidades, es que Dios se encarga de hablar a otros de nosotros, es decir, Él avala lo que puede y lo que quiere hacer en y por nosotros si lo permitimos, y esto puede ahuyentar e intimidar a cualquiera, ó simplemente ponernos en un lugar donde otros puedan admirar su obra y sus efectos en lo que ha hecho en nosotros. 
La buena publicidad es más efectiva cuando viene de arriba hacia abajo que de abajo hacia arriba, pues cuando alguien que es inferior (en este caso el siervo del Caballero), puede tender a hablar cosas que no sabe pero que pueden sonar bien con la intención de agradar a su amo, pero cuando alguien superior habla bien de otro, su palabra y su prestigio están de por medio y no se arriesgará a compartir información equivocada, pues le puede afectar. La palabra de Dios nos enseña que Dios tienes pensamientos de bien para con nosotros y esos pensamientos se tornan en palabras y en hechos cuando recurrimos al nombre de Yahvé Nissi, que significa "Dios es mi estandarte" (Éxodo 17:15,16), que es justo cuando Dios habla de lo que Él es en nosotros, de lo que Él puede y ha decidido hacer en nosotros y por medio de nosotros y lo que representa su Reino. 
Es por eso que nos es mejor recurrir a Yahvé Nissi, pues eso nos va a dar la garantía de que otros (incluido Satanás nuestro adversario) vean lo que a simple vista no se muestra, pero que a su vez es como un ejercito respaldándonos y que intimida a cualquiera. Como ve?, que prefiere hacer?, prefiere depender de lo que otros digan y piensen de usted o va a recurrir a Yahvé Nissi quien a hablará lo justo, lo eterno y lo santo de usted?

PENSANDO EN VOZ ALTA...

A veces tenemos que hacer un alto y escuchar las cosas que hablamos y nos daremos cuenta que muchas de ellas no hacen sentido o simplemente no concuerdan con lo que actuamos, no le sé decir porqué es así, pero todo el tiempo pareciera que estuviéramos vendiendo una imagen de nosotros que es distinta a la realidad, le ha sucedido? 
Normalmente cuando necesitamos algo de alguien ó cuando estamos retrasados con algo y no queremos quedar mal, ó simplemente cuando las cosas no suceden como esperamos, usamos diminutivos como si eso redujera nuestra falla, usamos términos como "me faltan solo 5 minutitos", "necesito que me hagas un favorcito" ó qué se yo, y ni los 5 minutos de tolerancia que pedimos son mas cortos que los minutos normales ni el favor es mas sencillo o mas fácil por el hecho que le agreguemos el famoso "ito", al final lo ha pensado? 
 También cuando hablamos con alguien a quien pedimos algo, o estamos a punto de quedar mal con alguien, le hablamos en diminutivo, con la intención a veces de buscar su empatía o bien su simpatía, pero si lo pensamos detenidamente, solo estamos dementando a esa persona porque lo que realmente queremos hacer es manipularlo para que acceda a lo que pedimos o sea tolerante con nosotros. Sé que lo que escribo pudiera parecer exagerado y hasta cierto punto poco tolerante, pero sabe, he hecho un detenido examen de consciencia y además he analizado muchas situaciones en donde sucede como le platico y le aseguro que no es ni exagerado ni poco tolerante, la actitud que tomamos es manipuladora y es demeritativa, casi casi una falta de respeto. 
Esto se lo digo, porque igual como hacemos con las personas, hacemos con Dios, lo llamamos "Diocito", "Chuy" y no sé de que tantas otras maneras, pensando que podemos manipular a Dios hacia nuestro favor y olvidando que estamos hablando con el Creador del Universo y el único que merece honra, por tanto la reverencia es una parte importante. Es cierto que Dios espera que entremos confiados delante del Él, pero también el mismo Dios nos advierte que no deja de ser Dios por ser nuestro Padre, por el contrario, el ser nuestro Padre no le demerita a Él, sino que nos sube a su nivel, siempre y cuando nos sepamos comportar al nivel, lo ha pensado? 
Dios nos dio un nombre para que nunca olvidemos quien es Él y para que de la misma manera siempre tengamos en mente su impacto, no sólo en nosotros, sino en nuestras circunstancias, ese nombre es El-Eyón que significa el "Dios Altísimo" (Génesis 14:17-22) quien es soberano y que está por encima del mundo, de nuestras circunstancias y de nosotros mismos, pero que su altura le da una mejor perspectiva la cual nos quiere compartir. Cuando oramos conforme al Padre nuestro y no tenemos en cuenta que estamos hablando con El-Eyón, todo lo que sigue en nuestra oración no tiene ningún sentido, ya que no estamos dimensionado que Dios está por encima de lo que podamos pedir o de lo que nos aflige, El-Eyón es la llave para desatar el poder, pues ahora si estamos tratando no con un gigante, sino con "Él" gigante que viene a respaldarnos en cualquier situación y que no tiene problemas con hacer gala de su poder y su majestad para respaldarnos y conquistar a otros. 
Es por eso que debemos de cuidar mucho cuando hablamos, ya que ni podemos hablar de Dios en diminutivo, no podemos decir a la ligera "Dios me dijo", ya que estamos comprometiendo el carácter de Dios, y debemos de recordar siempre que somos sus representantes y embajadores de su Reino. Ahora bien, tiene usted 2 opciones, el tomarse de la mano de El-Eyón y lucirse al caminar junto al altísimo, pasando por encima de toda circunstancia o bien decir que soy una exagerada y seguir batallando toda la vida por las mismas cosas....

LAS ESTRATEGIAS DE DIOS

El Dios al que le servimos no tan solo tiene planes, sino que también tiene las estrategias necesarias para llevarte al lugar que tú esperas. 
La iglesia ha dejado de ser estratégica, porque piensa que no es espiritual.  Se es más espiritual, cuando se es estratégico en las decisiones.  Muchos juegan a la suerte, al azar, pero nuestro Dios no trabaja al azar.  Él tiene planes estratégicos para un tiempo asignado para contigo y, cuando se cumpla ese tiempo, su tiempo, Él dice que te va a dar la victoria y te sacará de Babilonia.
Uno de las personas más importantes en este tiempo en Babilonia fue Daniel.  Daniel no era superdotado.  A diferencia de José, quien tenía un don de interpretar sueños que lo llevó a la grandeza,  Daniel era un estudioso de las profecías y de los tiempos.  Es verdad que interpretó sueños al rey, pero fue porque había estudiado las escrituras y los tiempos.  Entonces, por entender los tiempos, Dios le da las estrategias. 
Dios tiene planes para ti, pero no servirían de nada si no hay estrategias.  Hay cosas en tu vida que no tienes que pelear por ellas, sino solo esperar que salgan de dentro de ti y den frutos.  Un árbol da frutos en su tiempo, sin batallar.  Pero hay cosas que, definitivamente, hay que luchar y batallar y, para esto, hay que tener discernimiento, no tan solo de los tiempos de Dios, sino también de las estrategias de Dios. 
La sabiduría divina se encuentra en discernir en cuáles cosas tienes que resistir, cuáles batallar y cuáles tienes que esperar que lleguen los tiempos.  Muchos no saben esperar, porque no saben los pensamientos que Dios tiene acerca de ellos.  Entonces, comienzan a sabotearse a sí mismos y a sabotear todo lo que Dios está haciendo a su favor. 
¿Tendrás tú la capacidad de esperar el tiempo necesario para que recibas la visita de Dios en tu vida?  No se trata de que, en medio de los 70 años de cautiverio, te detengas, o dejes de trabajar, o de hacer planes.  Cuando se cumpla el tiempo de Dios, que te encuentre luchando, prosperando, trabajando, multiplicándote, porque has creído en su palabra.